No esperaba respuestas, porque aun no había formulado las preguntas.

Tom:

Sigo aprendiendo a bailar, aunque aveces quisiera aventar la toalla.
Quizá los misterios de la providencia en realidad sí sean los caminos. Y por eso te escribo en otoño, mirando al cielo, donde se esconden las estrellas, para oir si estas relatando un cuento en voz baja...
Hace años leí el libro (Èl libro, el primero, el que me obsequiaste) que ayer me dejó bañada en recuerdos. En el juego de las causas y los azares, en el juego de los dados, tal vez debía ser así para que me quedara esta noche con algunas certezas.
Sigues en los labios de los vivos.
Non discordar di me
G.S

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