El otoño es una piel...
Y parece que en otoño, contra el tiempo, las flores se abren.
La blogósfera se llena también del Arte de Amar... Ya le tocaba al maestro Ovidio.
(Pequeños fragmentos de los tres libros)
buscad en los festines...
Cuando Cupido, empapadas de vino,tiene las alas rezumosas, tónase pesado y permanece inmóvil. Pero sacude preso sus mojadas plumas y hace que el amor inunde los corazones. El vino enciende los ánimos y las repetidas libaciones van alejado cuidados...Entonces la sinceridad, tan rara en nusetro siglo, alumbra las reconditeces del espíritu; porque BAco desvance todo artificio. Allí las muchachas cautivan el corazón de los jóvenes, porque Venus entre vino es como fuego en el fuego.
En los banquetes...
Allí hallaréis ocasión de expresar a media voz muchas frases insinuantes y procuraréis que ella las oiga. Escribid en la mesa breves galanterías con las gotas de vino derramadas y estampad su nombre para darle a entender que es vuestra dueña. Miradla a los ojos poniendo en los vuestros
destellos de pasión. Un semblante taciturno es a veces más elocuente que la lengua. Procurad coger antes que nadie el vaso en que ella bebiera y poned vuestros labios donde posó los suyos. Y si parte con los dedos cualquier comestible, pedídselo y al cogerlo tocadle la mano...
Insistid...
Con el roce constante se desgasta la férrea argolla y con la perenne labor se extingue la reja del corvo arado. ¿Qué hay más duro que el penasco ni qué más blando que el agua? Sin embargo, el agua blanda cava en el duro peñasco.
Ya viene el coloquio. Despojaos de toda timidez, no seais pusilánimes, que Venus y Fortuna ayudan a los audaces.
Y para las mujeres...
Aprended a mover el cuerpo con aire femenil. En el andar hay una parte no despreciable de agrado y que atrae o ahuyenta los hombres que no os conocen.
Llevad al aire la parte inferior de los hombros y la superior del brazo, de suerte que se vea por el lado izquierdo.Esto conviene especialmente a las de nívea blacura. Cuando yo veo esto, me siento tentado de besar el hermoso hombro descubierto...
Monstruos del mar eran las sirenas y con su magnifica voz detenían irresistiblemente las veleras naves. Las oyó Ulises y apenas si pudo permanecer ligado al mástil, y con cera tapó a sus compañeros las orejas. Dulcísima cosa es la melodía. Aprended, pues, a cantar, porque una voz agradable hace en muchas innecesario el atractivo de la hermosura...
No basta haber conseguido, teníendome por guía, el objeto de tu amor...Que no se necesita menos ingenio para defender lo ganado que para adquirirlo. En ésto puede influir la suerte; aquéllo es una obra de arte...
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