La Caja


…Y al igual que Pandora,

meto en mi caja la esperanza…

Qué terrible


4 comentarios:

Abraham Villegas dijo...

Me gusto mucho :). Está muy padre... felicidades!. Creo que el egoismo y la apatía son las causas principales de lo que mencionas en tu escrito. Cuídate mucho Samia :).

Alfredo Godínez dijo...

Wow! Soberbio poema. Se siente en lo más hondo.
Eres una gran poeta, eh!
Sabres retratar bien tus ideas.
El silencio visto desde sus difrentes perspectivas.
Un abrazo.
Con cariño.
Fredo.

Leo Ávila dijo...

Hoy saqué a mi perro también, pero fíjate que no sé si porque aún no me cala hondo el barniz nietzschiano que hoy nos echó el profe de Tendencias Contemporáneas, pero quedé muy satisfecho con el generoso hueso que se trajo, ya de vuelta para la casa.
I just love your poetry, my dearest!

Sybila dijo...

Shaka: Muchas gracias por tu paso a estas letras...que bueno que te gustó. Sí, egoísmo, apatía, pero también silencio, y sobre todo: indiferencia. No quiero sonar como maestra de prepa, pero el primer paso es hacer conciencia sobre esto. Y pensar, pensar. Poco a poco llegaran los actos en uno mismo, y en el mundo. Muchos saludos!

Fredo: Que bueno que vino a caer por acá. Jeje, se agradece eso de poeta, pero más bien, lo dirá el tiempo... Un abrazo para tí también, joven escritor poblano =) (P.D. Que cale, eso debe hacer la poesía...)

My dear: Esto está bien Leo. A veces pienso que la esperanza es muy cruel, pero no sé si es mi perspectiva que ya está aquilatada con algunos males existenciales, o mi secreta negación que en verdad está gritando un !si se puede!. De todas formas, es lanzarse al mar, nadando con el esfuerzo, aunque tal vez no se vea la playa...

...no dejo de sacarla en días lluviosos, y de guardarla. Guardarla como lo hizo Pandora.

Un abrazo.