Cuado todos se vayan


Cuando todos se vayan a otros planetas
yo quedaré en la ciudad abandonada
bebiendo un último vaso de cerveza,
y luego volveré al pueblo donde siempre regreso
como el borracho a la taberna
y el niño a cabalgar
en el balancín roto.
Y en el pueblo no tendré nada que hacer,
sino echarme luciérnagas a los bolsillos
o caminar a orillas de rieles oxidados
o sentarme en el roído mostrador de un almacén
para hablar con antiguos compañeros de escuela.

Como una araña que recorre
los mismos hilos de su red
caminaré sin prisa por las calles
invadidas de malezas
mirando los palomares
que se vienen abajo,
hasta llegar a mi casa
donde me encerraré a escuchar
discos de un cantante de 1930
sin cuidarme jamás de mirar
los caminos infinitos
trazados por los cohetes en el espacio.

Jorge Teillier

3 comentarios:

Anónimo dijo...

BOTELLA AL MAR



Y tú quieres oír, tú quieres entender. Y yo te digo: olvida lo que oyes, lees o escribes. Lo que escribo no es para ti, ni para mí, ni para los iniciados. Es para la niña que nadie saca a bailar, es para los hermanos que afrontan la borrachera y a quienes desdeñan
los que se creen santos, profetas o poderosos.

Abraham Villegas dijo...

Mmm, muy chido. Sabes... creo que yo si me iria a otro planeta. No por miedo, sino porque por ahi dicen que mientras haya vida, aun hay esperanza. Te mando un abrazo mi estimada Samia :).

Sybila dijo...

Alónimo: Gracias por la huella, gracias.

Hermoso poema, también de Teiller.

Esperamos su paso por acá, de nuevo. Pronto habrá arribo. En construcción.

Shaka: je, no sé si la esperanza es un mal o un bien. Se quedó en la caja de Pandora...jodidus sumus