Habíamos planeado comer juntas el fin de semana. Me dijo que lo arregló todo y hasta iría a ver
Hace algunas semanas recibí noticias suyas - no vi el mail el día que lo mando, estuve en trabajo de campo casi todo el mes – el asunto del correo decía, simple y llanamente: Espero que seas tú.
Pensé que se trataba de una broma, incluso pensé en que alguien más que supiera su nombre podría haberme mandado ese correo. Pero el contenido de éste refería algunas cosas que no me hicieron dudar.
Pues bien, había perdido su cuenta de e-mail y con ella todos sus contactos. También decía que dio conmigo al tratar de hallar un poema, vía internet, pero que no estaba segura de que mi correo siguiera siendo el mismo. El seguimiento, según me anunciarían las pláticas que tuvimos después, era bastante lógico.
En la primera de ellas, no reconocí su voz. El recuerdo era lejano y más bien lo que tenía muy presente era su imagen. Revisando en los álbumes di con una foto suya, estábamos en la biblioteca. Se puede notar, entre los libros regados en la mesa, el primer disco de Avril lavigne.
Su voz tenía más bien una mezcla de templanza pero sin un sesgo de descanso. Es una mujer hiperactiva y, cabe mencionar, se nota que está sumamente satisfecha con lo que hace.
Me preguntó, animadamente, que si ya había sacado un libro. Le dije que no, pero que tenía algunas publicaciones, recientemente una en una antología de
… y sí, han pasado.
No recuerdo como la conocí. Seguramente en algún concurso de esos que se hacen entre preparatorias, donde el espíritu estudiantil se une por la misma causa: ganar, y ganar por el nombre de una escuela. Era, eso si lo recuerdo bien, un as en matemáticas. Alguna vez que falló su compañero de equipo en el proyecto de la bobina de tesla, me ofrecí para ayudarla. Esa vez expusimos en
En esa feria compré un par de libros de Pessoa. No sé ahora donde están.
E-De verdad tengo muchas ganas de verte
Y-Si!!! Yo también, estoy emocionada.
E-Hay tantas cosas qué platicar
Y-Pues imagínate, “como han pasado los años”, jaja
E-Ah, tienes razón, ya se fueron como agua, la próxima semana cumplo cinco años aquí
Y-Sí, igual yo
E-Pero fue la mejor decisión que pudimos tomar
Y- (suspiro) para serte sincera, en ese tiempo no la consideraba con toda su magnitud, más bien todo era hermoso, vaya, hasta prepararse para el examen, viajar a Puebla para estudiar mientras los otros seguían en clases…sí, era una ilusión muy grande…
E-Si! Exactamente, estábamos muy ilusionadas
Y-Pero yo no tomé conciencia de lo que vendría, hasta mucho después
E-Vaya, mujer, estás donde tienes que estar, eso no lo dudes ni tantito!
Y- (otro suspiro) Sabes jugar cartas, ¿no?
E-Ehemm
Y-Bueno, pues, en
E-Ajá…
Y-La razón por la que vine a México, fue porque no tenía idea de las cartas, es decir, no las veía. Quedarme en Puebla era, de alguna manera, mucho más cómodo y seguro. Vamos, hasta mi lugar en la universidad estaba dado por hecho. Pero le aposté al juego de la mesa, y, tal vez, no porque fuera éste mejor que el otro. Le aposté porque simplemente no lo conocía…
***
El domingo vi al Juglar negro. Me había mandado información acerca de unos talleres en Puebla. También me pasó su tercer libro, Cuentomancia, que devoré en cuanto tuve en mis manos. Me dijo que él creía que yo ya estaba residiendo en esa ciudad. Le dije que no, que más bien, Puebla era hermosa pero que no podría vivir allí. Me preguntó porque. No lo había pensado, dije. Tal vez no sea por la ciudad, argüí. Pero no sé decir porqué.
Allí también los amigos, la gente que ya no pude conocer y la familia con la que ya no pude estar durante todo este tiempo.
Pero no, no sé si volvería ahora. Seguramente no.
Y es que esa posibilidad se acabo en el momento de elegir. Porque la que era hace cinco años no es la misma que escribe ahora, y mucho de lo que soy y he aprendido ha visto la luz gracias a las experiencias que he tenido aquí.
Me aterra vivir en Puebla porque allí está el pasado. O lo que es peor, el olor del pasado. Me aterra pensar que estando en sus calles podría encontrarme con personas que en otro tiempo y otro espacio pudieron coincidir conmigo y ser, de alguna manera, trascendentales. Me aterra la sola idea de que un hombre pase de largo sin siquiera imaginar que pudo, en otro tiempo también, en ese espacio, ser mi acompañante en un concierto de Rachmaninov.
...y no he dejado de ser cursi.
Eso también me aterra.
7 comentarios:
A mi pocas cosas me atraen más que el olor a pasado, no necesariamente me gusta, pero sí me atrae, me llama, me provoca.
A veces pierdo horas y horas pensandop en los días que fueron, y por supuesto, mas de una vez he modificado ese pasado a mi antojo.
beeeeeeeeeeesoooooooo grandeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
=O No se espante, si puros angelios por aquí ^^
Aparte yo huelo bien sabroso *Tokyo by Kenzo* ;O
Ahh pero es feo tener esa sensación, de caminar por un lugar y decir, ahh de seguro me encontraré con mi pasado, y ponerse a pensar qué cara voy a poner, qué les diré, qué me harán, habrán cambiando, me seguira queriendo, me seguirá odiando ..uuff y así hasta que llegas a tu casa, te acuestas a dormir, y piensas todas las excusas perfectas. y dices , ahh, mejor si me los/las hubiera encontrado xD
jijiji kroe ke eso lo pondré de post ^^;
Te dejo una convocatoria del encuentro nacional de estudiantes de literatura y lingüística
http://sextoenell.blogspot.com
se puede participar con ensayo academico o concursar en creaciòn literaria
OJALA TE INTERESE Y MANDES ALGO :D
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Bueno, Puebla en s{i es aterrador, el DF tambi{en lo es, quiz{a los aterradores somos nosotros y dotamos de nuestra visión al paisaje que tengamos de frente. Decir que tu sentimiento es compartido no calmará la angustia pero repartira la culpa, así que suerte y que la cursileria nos acompañe
"Only thing we have to fear is fear itself"
Franklin D. Roosevelt
Isteri!!! que gusto tenerte por acá!!!!!
Ah, qué te digo yo, si requeterecontra huelo el pasado. (es un provocador, ciertamente)
Vivimos. Sí. Y sabemos que vivimos porque recordamos.
Alguien me decía que, en el ejercicio del recuerdo, puede editarse el pasado.
Pues bueno, está esa posibilidad, jeje, bien, de modificarlo al antojo, como tú dices.
Ah, es todo un ejercicio de creación!
Abrazo y beso también requeterecontra grandeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
Banjú: jeje, ya sé, ya sé que puros angelitos... jeje, si, ya sabes, ya sabes que "toda coincidencia es una cita" así que mejor los encontramos.
Vaya, abrazous memorioso
Mengana: vaya, gracias por pasar por aquí y dejarme el link. Con gusto lo revisaré y claro que estoy puesta a participar.
Saludos defeños
Muerto desconocido:
Eha, bienvenida la huella de sus letras. Je, concuerdo ampliamente. los aterradores somos nosotros. Las ciudades cambian según cambia el itinerario de viaje;según mengüe algo en el interior del peregrino.
Sí, los aterradores somos nosotros.
Jeje, arriba la cursilería!
Un abrazo.
Shaka:
...no hay que temer a los monstruos si no los llevamos con nosotros mismos... ¿no?
Abrazo
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