...extraño los años, vueltos cadáveres, donde juagaba a ponerle adjetivos a tu nombre... donde eras algo-no alguien- y la música te traía al mundo...
Y mira, apenas hace unos meses conocí tu casa. Y mira, tanto imaginarte entre esas cortinas, cúal sería tu cuarto, donde tendrías tu piano, para que de súbito me dejaras desamparada y me mostraras tu rostro.
Ése, que no existe.
5 comentarios:
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Bueno!! ja me encanta la idea de espiar a alguien y jugar con su nombre, es bueno tu post
Zoe: Mil gracias por la visita...
las letras ya tienen su buen tiempo.
Deborahadaza: Un placer tener sus letras por aquí. Jejeje, tanto tanto como espiar, no sé. El susodicho me invitó a su casa. La cuestión es que imaginarlo era más...
Creo que debería decir al final "Ése, que tampoco existe"
Gracias por tu visita, espero visitar sus letras en breve.
Un abrazo a ambas
Gran desencanto para un gran texto. Cuanto desamparo y sosobra que dejas.
Amorexia:
El piano siempre es-para mí- un pequeño desamparo...
Muchas gracias por tu paso por estas letras.
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